Cuando comencé mi negocio, tenía un gran objetivo en mente: alcanzar mayor libertad y control sobre mi vida.
Han pasado cinco años, y aunque ha sido un camino retador, logré superar obstáculos importantes, como tomar la decisión de dejar mi trabajo y conseguir mis primeros clientes.
Sé lo que se siente estar atrapado en un ciclo donde parece que tus esfuerzos no rinden frutos. Es frustrante, pero también es completamente normal.
Por eso, hoy quiero compartir contigo los tips que me ayudaron a romper ese ciclo y superar la parálisis que me dejaba avanzar con mi negocio sin sentirme estancado
Estos pasos me acercan, poco a poco, a la vida que realmente quiero.
El ciclo sin progreso
Yo pensaba que para poder avanzar debía:
😰 Trabajar más horas: Lo único que conseguía era caer a la cama agotado sin ganas de pensar en nada más. Claramento esto hacía que descuidara aspectos importantes del negocio y mi vida personal.
😰 Seguir demasiados consejos: Saltar de estrategia en estrategia sin un plan claro hace lo único que me hacía era sentirme abrumado y no lograba enfocarme en lo que realmente importaba.
😰 Esperar el “momento perfecto”: Pensar que más adelante tendría más tiempo o menos riesgos solo retrasaba mi progreso. Ese momento perfecto nunca llega.
Cómo avanzar sin complicaciones
Para salir de ese estancamiento que no me dejaba avanzar, he identificado cuatro decisiones clave que transformaron mi vida como solopreneur.
Aquí te las comparto con tips prácticos para avanzar con tu negocio sin sentirte estancado:
1. Construí un negocio alrededor de mi tiempo disponible
Empezar un negocio mientras trabajas implica ser estratégico con el tiempo que tienes. No se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor.
Identifiqué las tareas clave que realmente movían la aguja en mi negocio, como crear contenido, responder a prospectos y mejorar mis habilidades, y les dediqué bloques específicos en mi agenda.
Incluso pequeños intervalos de 30 minutos al día, consistentemente utilizados, pueden generar un impacto enorme a lo largo del tiempo.
Tip: Divide tu día en bloques pequeños y reserva al menos 30 minutos para una actividad clave (crear contenido, contactar clientes, etc.). Esto mantiene el progreso constante.
2. Conseguí mi primer cliente
Conseguir ese primer cliente es un punto de inflexión. Es la validación de que tu idea tiene valor y puede transformar vidas.
En mi caso, dejé de esperar que todo fuera perfecto y comencé a hablar con personas en mi círculo cercano, a compartir lo que hacía en redes sociales y a ofrecer mi servicio a un precio reducido o incluso gratis para generar confianza.
Esto no solo me ayudó a ganar experiencia, sino también a entender mejor las necesidades reales de mis clientes.
Tip: No esperes tener todo perfecto. Habla con conocidos, usa tus redes sociales, ofrece tu servicio gratis o con descuento para validar tu idea. La acción genera resultados.
3. Renuncié a un trabajo que ya no aportaba a mi vida
Dejar un empleo estable puede dar miedo, pero llega un punto en el que quedarte donde estás te cuesta más que arriesgarte. Para mí, la clave fue planificarlo.
Calculé cuánto dinero necesitaba para cubrir mis gastos básicos y me puse metas claras para alcanzar esa cifra con mi negocio antes de renunciar.
No lo hice de un día para otro, pero cada paso hacia esa meta me dio más confianza para dar el salto
Tip: Calcula tu mínimo viable de ingresos y planifica cómo alcanzarlo antes de dar este paso. No tiene que ser inmediato, pero debe ser tu meta.
4. Alcancé mi antiguo salario con mi negocio
Igualar o superar tu salario anterior con tu negocio es una victoria enorme porque valida que puedes sostenerte por tu cuenta.
Para lograrlo, reinvertí constantemente en mí y en mi negocio: tomé cursos, adquirí herramientas útiles y mejoré mis sistemas para ser más eficiente.
Este enfoque me permitió aumentar mi valor percibido, cobrar mejores tarifas y atraer clientes que apreciaban lo que ofrecía.
Tip: Reinvierte en tus habilidades y herramientas que te ayuden a escalar. No necesitas llegar a la perfección, pero sí avanzar con lo que tienes.
Atrévete a empezar
Ninguna de estas decisiones fue fácil, pero cada una me acercó al solopreneur que quería ser.
Y aunque a veces sentía que no avanzaba lo suficiente, dar esos pasos me recordó que el progreso no siempre es lineal, pero siempre es valioso.
Hoy, quiero que pienses en quién eras antes y celebres todo lo que has logrado al atreverte a empezar este camino. Si no logras avanzar con tu negocio y te sientes estancado, recuerda: el avance más pequeño sigue siendo avance.
Resumen
- Construír un negocio alrededor de tu tiempo disponible
- Conseguir tu primer cliente
- Renunciar a las cosas que ya no aportan nada a tu vida
- Alcanzar un salario con tu negocio
Guillermo Escalante