Un buen testimonio puede aumentar tus ventas entre un 20% y 25%.
No es un número al azar, es algo que he visto repetidamente en mi negocio y en otros con los que he trabajado.
Si estás buscando atraer más clientes, es momento de aprender la clave para compartir testimonios que realmente conviertan.
Hoy te mostraré cómo hacerlo de manera sencilla y efectiva.
Una herramienta más de ventas
Los testimonios son una herramienta increíblemente efectiva para generar confianza y atraer nuevos clientes.
Sin embargo, no todos los testimonios son iguales.
Si no capturas las emociones y las experiencias reales de tus clientes, podrías perder oportunidades valiosas.
Un buen testimonio no solo dice que tu producto o servicio es bueno, sino que conecta emocionalmente con quien lo lee, ayudando a superar sus propias dudas.
No pidas un simple testimonio…
Según mi experiencia, he visto dos errores comúnes que se cometen al pedir testimonios:
❌ Pedir a los clientes que simplemente describan cómo era su vida antes de trabajar contigo.
Si bien esto puede generar algunas respuestas útiles, muchas veces los testimonios se quedan en la superficie.
Un simple “todo mejoró” no es suficiente para captar la atención y el corazón de los posibles clientes.
❌ Otro problema es que muchos testimonios son demasiado generales y carecen de detalles específicos que realmente resalten el cambio.
Si el lector no puede visualizar claramente los beneficios que tu servicio proporcionó, es difícil que se imagine a sí mismo logrando esos resultados.
Pregunta por sus momentos difíciles
La clave para un testimonio que convierta está en encontrar ese momento doloroso que tu cliente vivió antes de encontrar tu solución.
Pregunta por su peor momento, por ese punto donde sintieron que todo estaba a punto de colapsar.
Ese tipo de detalles crean una conexión mucho más profunda, porque hacen que otras personas se vean reflejadas en esa historia.
Imagina un testimonio que diga:
“Estaba a dos meses de cerrar mi negocio. Trabajaba sin parar y no veía resultados. Era frustrante pensar que todos mis esfuerzos no me llevaban a ningún lado.”
Este tipo de relato genera empatía, y la gente que está en una situación similar va a sentir que tu servicio puede ser la solución que necesitan.
La próxima vez que pidas un testimonio, pregúntale:
- ¿Cuál fue el peor momento que atravesaste antes de trabajar conmigo?
- ¿Qué te llevó a buscar una solución?
- ¿Qué dudas tenías sobre si funcionaría o no?
- ¿Qué cambio específico notaste al trabajar conmigo?
Con estas preguntas, no solo obtendrás respuestas más emocionales, sino también testimonios más auténticos y poderosos.
Recuerda, los mejores testimonios no solo informan, cuentan una historia que conecta.
La clave son esos momentos difíciles y cargados de emociones en los testimonios los que realmente hacen que conviertan.
Guillermo Escalante
