Muchas personas tienen objetivos nobles.
Ellos ven problemas en el mundo y buscan solucionarlos.
Buscan ayudar a otros y proveen servicios para generaciones venideras.
Yo no era una de estas personas. Solo sabía que quería construir un negocio propio y tener más horas libre.
No tenía ni idea de cómo conseguirlo, pero eran mi norte.
Desde entonces conseguí esos sueños, pero llegar ahí requirió una revisión completa de mis prioridades. Y una estúpida cantidad de sufrimiento en el camino.
Hoy te invito a profundizar en el reto de construir y crecer tu negocio enfocado en resolver problemas reales, en lugar de perseguir dinero de forma directa.
Prioridades de un idiota
Perseguí dinero por años.
El concepto de enriquecerse es una idea gloriosa, pero perseguir el dinero por el dinero es una forma segura de quedar emocionalmente en bancarrota.
Enriquecerse es difícil. No hay atajos hacia el éxito.
Tienes que trabajar duro. Tienes que entregarte por completo a algo. Tienes que construir algo tan valioso que la gente intercambie voluntariamente su dinero ganado con esfuerzo, y eso requiere sangre, sudor y lágrimas.
En algún momento, mientras te esfuerzas en nombre del dinero, te preguntarás: “¿Vale la pena todo esto?”
La respuesta será no. Porque el dinero no está garantizado, pero el dolor de tratar de conseguirlo sí.
El juego equivocado
Yo vivía con la frase cliché: “el dinero no compra la felicidad”. En el 2017 ganaba tanto dinero como nunca, pero era miserable.
Estaba jugando el juego equivocado. El juego que pensé que había que jugar era de hacerme millonario. Pero en realidad, el único juego que importa es la química de tu cerebro.
En ese entonces pensé que quería sentirme bien hoy. NO quiero seguir viviendo por un día lejano que pueda ser que nunca llegué – donde soy millonario y estar finalmente bien conmigo mismo.
A pesar de lo poderoso que es el dinero, no puede cambiar cómo te sientes contigo mismo.
Ahí es donde la mayoría de la gente se equivoca. Quieren ser poderosos. Quieren ser geniales. Quieren ser admirados y, lo más importante, quieren admirarse a sí mismos.
Pero el dinero no puede hacer nada para cambiar cómo te sientes contigo mismo.
Nuevas prioridades
Después de un período donde perdí todo, tuve que reconectarme conmigo mismo.
Me di cuenta que ayudar a otros a no pasar lo mismo que yo era más importante que el negocio per se.
Entendí que había estado subvirtiendo mi verdadero sistema de creencias al servicio de la búsqueda de dinero durante mucho tiempo, y que esa era la verdadera fuente de mi angustia.
Dejé atrás las falsas creencias que me habían limitado. Dejé de creer que no era lo suficientemente bueno y me dediqué a construir algo que me emocionara y ame haciendo todos los días.
Conócete a ti mismo
No hay un único camino al éxito.
Mi historia es solo una de muchas historias de personas que han encontrado lo que funciona para ellos.
No creo que los detalles de mi historia sean importantes, pero lo único que espero que puedas aprender de mis pruebas y tribulaciones es que puedes exigir no solo alcanzar el éxito más alto, sino también disfrutar del proceso de lo que estás construyendo.
Vivimos en una época en la que los rasgos que hacen a un rey son la autenticidad y la transparencia.
Averigua cómo puedes ofrecer una cantidad obscena de valor a las personas. Recuerda que la diversión es una parte crítica de la ecuación, y siempre empújate a ti mismo a mejorar. Deja de perseguir el dinero y éste te seguirá.
Resumen:
- Encuentra tu “por qué” más profundo
- Redefine tus prioridades
- Construye una conexión con tus clientes
- Enfócate en la mejora continua
Guillermo Escalante